La Federación de Asociaciones de Mujeres Gitanas (FAKALI) lucha por la integración social y cultural del Pueblo Gitano, sobre todo de las mujeres
Vídeo presentación de FAKALI I Vídeo: FAKALI
Alejandra Moreno, criminóloga y estudiante de Derecho, es técnica en la Federación de Asociaciones de Mujeres Gitanas de Sevilla (FAKALI) y trabaja en el área de comunicación, juventud y formación. Una asociación que aparece tras la creación en 2001 de AMURADI (Asociación de Mujeres Universitarias Romis por la Defensa de los Intereses) y la unión de varias asociaciones en la Federación.
El 23 de octubre, FAKALI celebró la I Jornada de Análisis y Alianza frente al Discurso de Odio Online, en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla, donde presentó a Amal-IA. Esta es la primera inteligencia artificial que lucha contra el antigitanismo y los estereotipos que sufre el pueblo gitano.
Pregunta: ¿Qué ha significado este proyecto para la federación?
Respuesta: Amal-IA ha sido un punto de inflexión. Aunque sabemos que no es perfecta y que tenemos que hacerle muchos cambios, Amal-IA te da esa perspectiva positiva, de que se puede, de que vamos a luchar y a conseguir eliminar esos prejuicios hacia el pueblo gitano. Es importante que siga estando, porque otras IAs como ChatGPT nos han hecho mucho daño, creando chistes racistas que, a pesar de que han sido borrados y que no pueden volver a crearse, siguen circulando. De todo ello también hablamos en otro evento importante para nosotras: el II Congreso Internacional de Antigitanismo de Género: Caminant Juntes.
P: ¿Puedes contarnos en qué consistió?
R: Se dividió en tres días en el que el primero fue de formación, donde escuchamos diferentes situaciones y también el punto de vista de las instituciones. Los otros dos días fueron más dinámicos, en los que hablamos de los temas que iban surgiendo, a diferencia del primero en Bilbao, que tenía un tema fijo. Hablamos del antigitanismo, del antigitanismo de género, la importancia de estar a nivel local e internacional…
P: ¿Por qué surgieron estos congresos internacionales?
R: El congreso de Barcelona y el que he mencionado de Bilbao, que fue el primero, se crearon para reivindicar que las mujeres gitanas debemos tener nuestra propia voz, para que nos reuniésemos las gitanas y debatiésemos sobre género, educación, discriminación, salud y empleo. Estas son las cinco áreas que trabajamos aquí en FAKALI, tanto con profesionales, con población gitana y con población que no es gitana, pero también necesita quitarse ese imaginario colectivo [negativo] que existe hacia el pueblo gitano.
P: Has nombrado el antigitanismo de género, ¿qué puedes decirnos respecto a él?
R: En el imaginario colectivo las gitanas no somos feministas, algo que en FAKALI demostramos que es mentira. Hay gente que piensa esto debido a un estereotipo que habla de que los gitanos son machistas. Defienden que los gitanos obligan a las mujeres a que se queden en casa, limpiando, con los niños, que las obligan a hacerse la prueba del pañuelo,... Algo que no es cierto. No niego que hay gitanos machistas. Obviamente, vivimos en una sociedad patriarcal, por lo tanto los hay, pero no porque sean gitanos, sino por la sociedad en la que vivimos en la que también encontramos hombres blancos que lo son.
P: ¿A qué crees que se debe este pensamiento?
R: El problema es que las gitanas no entramos en el feminismo hegemónico. Este feminismo que cree que nosotras no podemos o no queremos apoyar el lema “nosotras parimos, nosotras decidimos”, por ponerte un ejemplo. Pero sí lo hacemos. Además, se nos critica porque hay mujeres gitanas que deciden llegar vírgenes al matrimonio y a lo mejor tienen 25 años, y cuando se casan, deciden si quieren demostrar su virginidad o no. Eso es algo que parece que no encaja en el feminismo hegemónico, a pesar de que luchan por la libertad sexual de la mujer.
P: Otra de la problemática que enfrentáis en FAKALI es la poca presencia en los medios.
R: Así es, los medios no nos dan la visibilidad que nos corresponde al pueblo gitano. Cuando informan de algo sobre nosotros, lo hacen de manera racista. Asi lo explicamos en el Informe 2023/2024: Observatorio de Discriminación. En él observamos que, de las publicaciones sobre gitanos analizadas, el 70% de ellas son antigitanas.
P: ¿Qué problema identificáis con este hecho?
R: Yo creo que el problema es, principalmente, que los medios de comunicación no cumplen el código deontológico, en el cuál se recoge que no debe nombrarse la etnia o la procedencia de las personas. Pero lo hacen. Nosotros también condenamos cuando un gitano hace algo malo, el problema es que se generaliza a todo el pueblo. En FAKALI pedimos que no se haga, porque ese es el primer nivel de racismo. Sin embargo, es un trato que está normalizado, aunque es duro cuando lo vemos en los medios. Y aunque según la Ley de Igualdad de Trato y No Discriminación, eso ya no debería pasar, sabemos que las leyes tienen sus tiempos.
P: ¿Qué expectativas de futuro tenéis al respecto?
R: Las mías son positivas, pero no a corto plazo. Me cuesta ver, por ejemplo, que mis hijos no vayan a sufrir discriminación. Ya no te hablo en el colegio, te hablo en la universidad.
Es que, teniendo en cuenta que 2/3 de la población gitana vive en exclusión social y 1/3 lo hace en exclusión social severa, ¿eso en cuánto tiempo se puede eliminar? No es rápido. Y para ello debemos tener políticas públicas concienciadas para ello. Actualmente las decisiones públicas no están en los gitanos. De hecho, en dos legislaturas, solo hemos contado con tres gitanos. Y me da igual que seamos una minoría, debemos tener representación política.
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