La nueva actualización de la aplicación "Sevilla" abre el debate público del exceso de veladores en las calles de la ciudad
En Sevilla, los veladores y terrazas son una parte integral del paisaje urbano, siempre repletos de locales y turistas. No obstante, la gestión y uso de estas han generado tensiones crecientes en los vecinos de la ciudad. Los residentes de, sobre todo, las 12 zonas acústicamente saturadas (ZAS) denuncian que las mesas y sillas de los bares obstaculizan las calles, además del ruido que los clientes provocan.
En el centro de la disputa, destaca la actualización de la aplicación "Sevilla" (antes "Sevilla, tu ciudad"). Esta permite a los ciudadanos, desde el 18 de noviembre, consultar las licencias de cada establecimiento, incluyendo el número de mesas autorizadas, el espacio público cedido y la hora en la que deben retirar los veladores. El objetivo es informar y permitir que se alerten posibles irregularidades desde la ventana "Avisos", dentro de la misma app.
Así lo explica Ismael Sánchez, representante de Izquierda Unida: "esta medida es meramente informativa y disuasoria. Los ciudadanos no pueden denunciar desde la aplicación, solo alertar sobre incumplimientos de las licencias, las cuales ya deberían ser visibles en los establecimientos". Señala, además, que se controlan las mesas colocadas en las calles debido a que estas ocupan un espacio público. Asegura que esta nueva medida no afectará al gremio de la hostelería, pues aquellos que cumplen la normativa "no tienen de qué preocuparse".
El epicentro del debate
A pesar de que el "radar de veladores" lleva en funcionamiento unas semanas, la fecha de lanzamiento fue aplazada en varias ocasiones debido a la reacción del sector hostelero. Originalmente prevista en octubre, su activación se retrasó al 18 de noviembre, ya que el plazo de renovación y solicitud de licencias finalizaba el 15 de ese mes. De esta manera, la Asociación de Hosteleros de Sevilla argumentó en primer lugar que la información publicada en octubre en la aplicación era errónea.
Actualmente, la asociación sigue firme en su rechazo, afirmando que se trata de una medida innecesaria. Según declaraciones de esta al diario El Correo: "esta ciudad, tan acostumbrada a disfrutar de sus bares, incluso a presumir de ellos, se vuelve maliciosamente crítica (desde algunos sectores) contra el gremio hostelero". Y es que, la hostelería es un sector muy importante para la capital andaluza, dado que representa alrededor del 6,1% de la riqueza regional y el 7,9% del empleo de Sevilla.
Sánchez confirma que el Gobierno local se ha reunido en varias ocasiones con los hosteleros para llegar a un acuerdo. "Se trata de un sector fuerte de la economía española, un gremio bien estructurado no solo en Sevilla y Andalucía, sino en España, por lo que tiene gran fuerza negociadora", afirma Isaac Carrasquilla, miembro de la asociación Sevilla Se Muere. Este está convencido de que los hosteleros volverán a solicitar una nueva reunión con el consistorio para poder llegar a un nuevo acuerdo sobre la aplicación.
No obstante, Carrasquilla cree que la herramienta tiene potencial, pero asegura que su preocupación y la de los vecinos de Sevilla es que esta no sea efectiva. "El problema no es la normativa, que ya es bastante buena, sino que no se cumple. No hay un control municipal adecuado y las sanciones son pocas y ridículas. Muchos hosteleros recuperan el dinero de una multa en un solo fin de semana", denuncia.
Por otro lado, P.V., un hostelero sevillano, declara que es una intromisión y la oportunidad para que "cualquier persona con un problema personal alerte y, aunque todo esté en regla, la policía local acuda al establecimiento y nos multe". Esta es la inquietud de la mayor parte de los hosteleros, según cuenta Sánchez: que la información publicada afecte negativamente a sus negocios.
Los vecinos, el otro lado de la balanza
Los sevillanos que residen en alguna de las ZAS denuncian que muchas terrazas exceden las dimensiones autorizadas, bloqueando calles y dificultando el tránsito personal. "No se cumple la accesibilidad universal que se recoge en la normativa", denuncia el miembro de Sevilla Se Muere. De la misma manera, advierte que la Ordenanza Reguladora de Terrazas y Veladores, vigente desde el 2013, fue modificada en 2020 para flexibilizar los horarios y el uso del espacio durante la crisis sanitaria, causando algunos de los problemas actuales. De esta manera, asegura que, aunque la flexibilización finalizó en octubre del 2023 (cuando expiró el nivel de alerta cero en Andalucía), algunos establecimientos siguen actuando como si estuviera vigente. "Esto no es otra cosa que okupación del espacio público", demanda el miembro de la asociacóni local sevillana.
Tanto Sánchez como Carrasquilla hablan de una nueva normativa en proceso que está llevando a cabo el Ayuntamiento de Sevilla. Esta ha causado controversia entre los vecinos, asociaciones y comunidades, quienes, según el representante de Sevilla Se Muere, ya han presentado alegaciones en varias ocasiones. Entre las medidas propuestas para esta nueva normativa se encuentra la ampliación de horarios los fines de semana y el aumento del tamaño de los veladores. Sánchez, por su parte, aclara que también se contempla un incremento de las sanciones, que podrían llegar hasta los 120.000 euros en caso de infracciones muy graves.
La necesidad de un equilibrio
En este escenario, el desafío para la ciudad de Sevilla es encontrar un equilibrio entre los derechos de los ciudadanos y turistas, y las necesidades del sector hostelero. El representante de Izquierda Unida reconoce que hay zonas con un exceso de veladores y subraya la necesidad de regular de manera más estricta, priorizando la conciliación. "Los hosteleros tienen derecho a tener su negocio, así como los ciudadanos lo tienen a pasear sin obstáculos y a vivir tranquilos", declara.
Carrasquilla añade que la falta de acción ha llevado a los vecinos a sentirse ignorados y desamparados. "El ruido afecta a nuestras vidas. Los que no lo viven no nos entienden, pero es un problema real".
La actualización de la normativa en 2020 evidenció las carencias de control en la ocupación del espacio público. Ahora, el reto es reforzar los mecanismos de supervisión sin atacar a un sector esencial para la ciudad. La transparencia que introduce la aplicación “Sevilla” es un paso adelante en la búsqueda del punto medio de intereses entre hosteleros y ciudadanos, aunque los primeros lleguen a considerarla incluso una amenaza. No obstante, todos coinciden en que se necesitan medidas claras y efectivas para garantizar una buena convivencia en las calles.
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