El Ayuntamiento de Sevilla aún no ha publicado la auditoría con la que elaboró un plan de choque para hacer frente al "abandono" de los colegios, muy criticado por las asociaciones de familias que lo consideran innecesario
Es complicado determinar la situación actual de los colegios públicos en Sevilla. El hermetismo de las administraciones locales, los retrasos y la falta de comunicación suponen un desconocimiento acerca de la realidad que afrontan los centros de la ciudad. Solo se salvan las conocidas como Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (las AMPA) que, junto con otras federaciones y asociaciones de personas involucradas en el ámbito educativo, dan voz a las carencias que sufre el alumnado.
A pesar de la ausencia de información y actuación, han podido conocerse distintos casos que arrojan luz sobre la realidad en los colegios públicos. Retrasos en la pintura de los centros, falta de personal de limpieza o conserjería o el mal estado de los aseos han afectado recientemente en colegios como el CEIP Valdés Leal o el CEIP San Pablo, entre otros.
Por su parte, la Delegada de Educación, Blanca Gastalver, defiende la actuación del consistorio, insuficiente para las asociaciones de madres y padres, incluso contradicciones entre ambas versiones. En concreto, desde el inicio de curso se habrían sumado alrededor de 100 trabajadores para la limpieza en los colegios, sumándose 26 empleados para las porterías. Sin embargo, desde las asociaciones acusan de "continuos recortes de personal", obligando, incluso, a los profesores a realizar tareas para la que no están destinados.
Plan de choque del Ayuntamiento
En febrero de este año, ocho meses después de las elecciones municipales, el propio alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, presentó un plan de choque para hacer frente al “grave abandono” de “muchos” de los colegios de Sevilla. Dicho plan recogía distintas medidas como la contratación de tres “cuadrillas móviles” de limpieza de 12 trabajadores cada una, por seis meses; así como una campaña de pintura “permanente” o el uso de cerca de 10 millones de euros para actuaciones en los colegios.
El plan de actuación fue elaborado a partir de una auditoría realizada por el propio Ayuntamiento acerca del “estado de abandono y deterioro” de los colegios. El informe, que desde entonces no está publicado pero al que sí tuvo acceso El Español, es el primero de este tipo que se realiza acerca de los centros públicos, según indica el Ayuntamiento; y recoge la información por distritos, valorando del 1 al 10 tanto el mantenimiento como la limpieza.
De esta forma, según indica El Español, en cuanto a mantenimiento suspenden nueve de los once distritos de la capital, salvándose Los Remedios, con un 8, y el Casco Antiguo, con un 5. A la cola se encuentra Bellavista-La Palmera con un 2,6.
No mucha más suerte corren los distritos con la limpieza, donde aprueban cuatro. Casco Antiguo, 7; Nervión, 6,7; Norte, 6,5; y San Pablo, 5,8. Bellavista-La Palmera vuelve a ocupar de las últimas posiciones, con un 3,7, superando únicamente al distrito Triana con tan solo un 1,3 sobre 10 en limpieza.
Por su parte, el Ayuntamiento, en la misma nota de prensa, sí habla de dicha auditoría, informando que fue realizada mediante una consulta a los 109 centros que hay en la capital y confirmando el suspenso tanto en mantenimiento (3,7 de media) y en limpieza (4,5). Indica, además, que comenzó a elaborarse en junio de 2023, un mes después de las elecciones municipales, pero ocho meses después seguía sin estar completo. Y, nueve meses más tarde, sigue sin ser público dicho informe.
Reclamaciones de las AMPA
Durante este tiempo, la Federación Provincial de Sevilla de Asociaciones de Madres y Padres del Alumnado (FAMPA) ha hecho alusión en distintas ocasiones al plan de choque. Sin ir más lejos, el pasado 5 de noviembre, eldiario.es recogía las declaraciones de la vicepresidenta de la Federación, Rocío Begínez, donde indica que “el estado actual de los colegios sigue siendo lamentable”. Además, se plantean tomar acciones porque la situación es “insostenible”.
Rocío Gallardo, presidenta de la Asociación de Familias de Alumnos (AFA) del CEIP Valdés Leal, califica negativamente el plan de choque. Explica que contrataron a trabajadores haciendo "limpiezas generales". Entiende que esto no lo es lo que hace falta y que lo necesario es que "contraten más personal".
De esta manera, la falta de información se suma al incumplimiento de promesas por parte del consistorio. Así, el 11 de noviembre, FAMPA publicó un manifiesto firmado por 42 AMPA (incluyendo institutos públicos), Docentes Unidos y la asociación Redes. En él definen la situación de “crítica”, añadiendo una larga enumeración de problemas como cuartos de baño clausurados, sistemas eléctricos obsoletos o problemas de climatización.
Manifiesto publicado por FAMPA el 11 de noviembre.
Además, exigen una nueva reunión con el Ayuntamiento, en la que esté presente el alcalde, José Luis Sanz, así como los responsables de educación, en la que se haga pública la “supuesta auditoría del estado de los centros”. A su vez, también buscan información acerca de las “ejecuciones realizadas el curso pasado y las que han quedado pendientes”.
Para hacer frente a esta falta de información, FAMPA reclama un plan concreto de las actuaciones que se acometerán en los centros, donde figure toda la información relativa a plazos y presupuestos. Esto se debe a que, como indican en el comunicado, estas actuaciones son anunciadas a través de redes sociales y no mediante el Consejo Escolar Municipal, destinado para ello. De hecho, el apartado de este consejo en la web del Ayuntamiento no contiene información y los apartados que presenta no funcionan.
Todo ello evidencia la falta de comunicación por parte del gobierno local, el cual no informa de las actuaciones debidamente mientras la situación se agrava en los centros públicos de la capital hispalense.
"El comedor de nunca jamás"
Uno de los casos más llamativos corresponde al CEIP Valdés Leal. El centro, que se sumó a dicho manifiesto, lleva 17 años esperando la construcción de un comedor para el alumnado. Aunque esto corresponde a la Junta de Andalucía, el colegio afronta distintos asuntos que también competen al gobierno local.
Rocío Gallardo defiende el manifiesto en tanto que el colegio afronta problemas como la falta de personal de limpieza, con solo tres de las cinco plazas necesarias ocupadas. Esto supone que los profesores tengan que encargarse de la limpieza del patio, el cual “siempre está asqueroso”. A su vez, considera que hay hermetismo desde el gobierno local y que todo tiene que ver con "vender sus presupuestos y su forma de hacer política".
Otra de las problemáticas mencionadas, la de la climatización, también afecta al centro. Gallardo explica que, si los padres y madres del centro adquieren un aparato de aire acondicionado, desde el Ayuntamiento responden que el mantenimiento recae en los progenitores. A su vez, el colegio no fue incluido en la licitación para la pintura de los exteriores de los centros.
En relación al comedor, el Ayuntamiento se encarga de proveer las caracolas que funcionan como comedor provisional. Estas sufrieron grandes desperfectos tras unas lluvias en junio, con "chorros de agua cayendo encima de las mesas" o baños que "ni siquiera se podían utilizar", lo que obliga a sustituirlas. Actualmente utilizan el salón de usos múltiples para ello, lo que supone un "deterioro mucho mayor" de las instalaciones. El Ayuntamiento, que la alquilará dichas caracolas, ya ha visitado el colegio y se espera que puedan utilizarse a partir del próximo 8 de enero.
Otros colegios afectados
En el caso del CEIP Borbolla, desde el AMPA Oriente alegan “falta de personal y presupuesto”. Entienden que habría que priorizar el cambio del tendido eléctrico, por valor de 300.000 euros. Mientras, el ayuntamiento acomete obras que “no era algo urgente” como la pavimentación del patio, por valor superior a dicho cambio. Al preguntarle a la directora del centro por el mantenimiento y la limpieza del centro, responde que “todo está bien” actualmente.
Pero no es el único ejemplo que actualmente podemos encontrar en la ciudad. El pasado octubre, una niña del CEIP San Pablo sufrió heridas leves al romperse un váter. Aunque esto se solucionó en pocos días, la denuncia, a través de redes sociales, comparaba al colegio con una “casa del terror”, incluyendo fotografías de otros desperfectos del centro, tales como el techo del patio de infantil derruido o las marcas de humedas en las paredes, entre otras.
Estos son solo algunos ejemplos pero podríamos sumar a la lista otros centros como el CEIP Teodosio, el CEIP Marie Curie o el CEIP Pablo Picasso. Una situación que parece continuar alargándose en el tiempo. Mientras, quedan a la espera de que se celebre la reunión que solicitaron a inicios de noviembre y ver si, de una vez, se hacen efectivas las reclamaciones de tantas familias.
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