Manolo García estrena su gira reivindicativa Cero emisiones contaminantes desde ya en el Cabaret Festival
El 28 de septiembre, Manolo García estrenó su gira Cero emisiones contaminantes desde ya en Mairena de Aljarafe. Ya el título avecinaba el carácter reivindicativo del catalán. Durante 3 horas y con más de 30 canciones antiguas y de los dos discos que presentaba Mi vida en Marte y Desatinos desplumados se mostró carismático y extravagante, además de cercano con su público. Tan cercano que en repetidas ocasiones se bajó del escenario para saludar a sus fans de las primeras filas volviendo loco al staff de seguridad.
El concierto fue en el Centro Hípico de Mairena del Aljarafe, dentro del ciclo Cabaret Festival en su quinta edición. Esta cita estaba fijada para dos años antes, pero el cantante tuvo que cancelarlo, pues enfermó y paró la gira de golpe. Así que los fans sevillanos ya estaban ansiosos y una hora antes de empezar el concierto, el recinto se llenó de las palmas de Pájaros de barro, el himno por excelencia de Manolo García y sus seguidores.
Manolo García interpreta Como un burro amarrado a una puerta del baile | Vídeo: Alba L Mijancos
El show comenzó a las 21:30 y el escenario evocaba Marte, haciendo referencia a uno de los discos que presentaba. La decoración estaba hecha con utensilios de cocina como cucharas, tenedores, cazos… y un globo de un astronauta. Así que la línea del concierto sería excéntrico y pintoresco. Algo a lo que tiene acostumbrado a los “manoleros”. Y es que después de numerosas giras con El Último de la Fila, el grupo con el que empezó y su carrera en solitario, sus seguidores lo conocen muy bien y no se sorprenden de nada. Ni si quiera de los numerosos mensajes reivindicativos despreciando las redes sociales, alabando a los pequeños agricultores, criticando a las actitudes machistas y exaltando el momento presente.
“Voy a contentar a todo el mundo con las viejas y las nuevas canciones” y así lo hizo. De hecho, abrió con Insurrección, poniendo a saltar a todos los espectadores con la mítica canción de El Último de la Fila. Uno de los momentos íntimos llegó con Como quien da un refresco con la gran presencia del violín de Olvido Lanza. Ricardo Marín también tomo protagonismo con un solo de guitarra eléctrica en Nunca el tiempo es perdido, otra clásica de su repertorio. Sin embargo, sus viejos amigos que forman parte de la banda no fueron los únicos que robaron la atención del público. Manolo García invitó a Coral Moreno, una bailaora que hipnotizó a todos los espectadores en Azulea.
Coral Moreno bailando Azulea | Vídeo: Alba L Mijancos
Manolo García, que con 68 años tuvo una voz limpia, un sonido muy afinado y una energía como si aún fuera un chaval. El público estaba totalmente entregado y el cantante dijo en ocasiones que los sentía como su familia, que reconocía numerosas caras. Y es que al final, un concierto es un acto social, donde las canciones que escuchamos en privado en nuestras casas pasan a ser escuchadas de una manera colectiva por toda la comunidad. “Somos compañeros de vida, sois mi gente, mi familia”.
Manolo García interpreta A San Fernando, un ratito a pie y otro caminando | Vídeo: Alba L Mijancos
Este artículo no ha hecho más que confirmar la idea qué ya rondaba mi mente: hay que ir a ver a Manolo antes de que se retire.